Estos son los factores subjetivos que pueden afectar a la intensidad de tus orgasmos

Jueves 4 de Febrero del 2021

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Las relaciones sexuales constituyen una experiencia subjetiva y hay factores psicológicos que influyen en la percepción del orgasmo

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A día de hoy, sabemos muchas cosas sobre los orgasmos . Se han estudiado los cambios fisiológicos en el cuerpo durante las relaciones sexuales , los beneficios que aportan a nuestra salud y los problemas médicos que lo dificultan. Pero en realidad, esta es una experiencia muy subjetiva, y cada persona tiene una percepción completamente distinta de los orgasmos. Y es precisamente la investigación sobre esta dimensión psicológica lo que nos permite saber qué factores influyen en la intensidad del orgasmo.

Siguiendo esta dirección, un estudio del Laboratorio de Sexualidad Humana de la Universidad de Granada (LabSex UGR) ha determinado que la edad, la búsqueda de sensaciones sexuales, la satisfacción sexual en pareja y el deseo son los principales determinantes de la intensidad del orgasmo en el contexto de una relación estable. Este estudio original ha evidenciado que en las relaciones sexuales no todo tiene que ver con procesos biológicos, sino que también hay componentes sociales y culturales de mucho peso.

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Para la investigación, las parejas tuvieron que describir su experiencia orgásmica desde el punto de vista afectivo, sensorial, de intimidad y de recompensa

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Así, ser más o menos propenso a las fantasías sexuales, estar predispuesto a innovar sexualmente o la mayor o menor atracción que suscita la pareja de cama son factores fundamentales a la hora de alcanzar orgasmos más intensos, según se desprende de las conclusiones del trabajo realizado en la Universidad de Granada. ¿Y cómo lo miden?

Desde el campo de la sexología, normalmente las investigaciones van orientadas a aspectos más clínicos, pero esta en concreto se ha enfocado desde la psicología. Claro que validar unas conclusiones puede ser complicado cuando se trabaja con percepciones subjetivas, así que ha hecho falta crear herramientas específicas para este estudio. La psicóloga Ana Isabel Arcos, una de las investigadoras, explica que se emplearon “instrumentos de evaluación para medir dimensiones psicosexuales”, destacando entre ellos el Orgasm Rating Scale.

Ser más o menos propenso a las fantasías sexuales y la atracción por la pareja afectan a la intensidad del orgasmo

“Este instrumento fue adaptado y validado en población española por nuestro grupo de investigación, y ha resultado ser fiable”, añade. De forma muy resumida, consiste en un cuestionario donde se valoran 25 adjetivos que describen la experiencia orgásmica. Estos adjetivos están divididos en cuatro dimensiones (afectiva, sensorial, intimidad y recompensa) que facilitan la evaluación de la subjetividad, de la impresión que tiene esa persona sobre sus orgasmos. Así, por ejemplo, se puede decir si la experiencia ha sido o no “tierna”, “excitante” o “tranquila”. Además, los participantes también respondieron cuestionarios sociodemográficos, sobre funcionamiento sexual, y una escala de apoyo social.

Estas preguntas, que no tienen tanto que ver con las relaciones sexuales en sí, también han hecho evidentes algunas tendencias. Si el contexto social de cada persona influye en cómo se desarrolla ella, no es de extrañar que también llegue a reflejarse en el sexo. El ejemplo más claro se ve en las creencias religiosas. Estudios anteriores han relacionado una fuerte religiosidad con una actividad sexual más limitada y menos satisfactoria; aunque no se ha podido confirmar con esta investigación, porque la mayoría de los participantes eran no practicantes.

El estudio

1.300 adultos con pareja heterosexual desde hace al menos seis meses adjetivan su última experiencia orgásmica

Para entender mejor los factores que sí destacaron, es importante conocer la muestra. En el estudio participaron 1.300 adultos, todos con pareja heterosexual desde hacía al menos seis meses. Lo que se buscaba no era que valoraran de forma genérica su relación, sino “su última experiencia orgásmica en pareja, sin considerar el método de estimulación para alcanzar el orgasmo”.

Es importante tener esto en cuenta porque, como señala Arcos, los resultados podrían ser completamente distintos si se tuvieran en cuenta otros supuestos. “Creo que los factores que se han asociado con la experiencia psicológica del orgasmo pueden ser distintos en contextos diferentes, como la masturbación en solitario, o en parejas del mismo sexo.” Aún no han podido corroborar esto, pero ya están trabajando en estudios con muestras de población diferentes.

“Los factores que influyen en el orgasmo pueden ser distintos en la masturbación o en parejas del mismo sexo”

Ana Isabel Arcos
Investigadora UGR

En todo caso, que los resultados cambien es más que probable. La pista nos la da este mismo estudio, en el que se han detectado diferencias entre la experiencia psicológica de hombres y mujeres. Arcos dice que “la experiencia subjetiva del orgasmo parece más compleja en mujeres, ya que se ha asociado a un mayor número de variables. Además, la valoración de la intensidad es siempre más elevada en ellas”.

El orgasmo femenino es un proceso más complicado que el masculino, y no hay una fórmula que funcione para todas. Otras investigaciones en este ámbito han determinado que la capacidad para experimentar orgasmos varía muchísimo en cada mujer.

Existen evidencias de que la percepción del orgasmo tiene una relación positiva con algunos comportamientos sexuales, como la frecuencia de masturbación, la lubricación y la satisfacción sexual. Pero dejando esto de lado, los factores más destacados, los que más inciden en la intensidad de los orgasmos, tienen una influencia muy similar en ambos sexos.

Pretty woman lying in bed and enjoying in passionate pleasure

La frecuencia de masturbación tiene una relación positiva con la intensidad de los orgasmos

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Los cuatro aspectos principales son la búsqueda de sensaciones sexuales, la satisfacción en pareja, el deseo sexual y la edad. El primero se refiere a “la actitud positiva hacia las fantasías sexuales”, ya que estar predispuesto a buscar nuevas experiencias sexuales puede intensificar el disfrute del orgasmo. En cuanto a la satisfacción y el deseo sexual, ambas van en la misma dirección; cuanto más satisfecha sexualmente esté una persona y más le atraiga su pareja, mayor será la sensación orgásmica.

La erotofilia y la asertividad sexual tienen mucho peso dentro de estos factores. La primera, una característica con más peso entre las mujeres, se refiere a tener una buena actitud hacia la sexualidad y los estímulos eróticos. Y la asertividad es una habilidad social, la capacidad de comunicar deseos, preferencias y negociar con la pareja prácticas y fantasías sexuales. Las dos se trabajan inconscientemente desde la infancia, mediante información y una buena educación sexual, y juntas ayudan a que se establezca un clima de confianza dentro de una relación sexual. Así, el orgasmo se puede alcanzar con más facilidad y ser más intenso.

La erotofilia (buena actitud hacia el sexo) y la asertividad sexual (comunicar preferencias a la pareja) son factores de peso

Ser una persona que se excita con bastante facilidad también puede mejorar la percepción subjetiva. Por contra, el miedo a no conseguir que la otra persona llegue al orgasmo o a que tenga lugar algún contratiempo durante el sexo acaba inhibiendo el comportamiento sexual. Aunque a veces sea difícil evitarlo, centrarse en estas preocupaciones acaba llevando a una mala experiencia. Por eso es tan importante que ambos miembros de la pareja trabajen en construir un ambiente íntimo, cómodo y excitante, donde los dos se sientan seguros. Eso repercute en la intensidad de la experiencia orgásmica.

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Cuanto más le atraiga a una persona su pareja, mayor será su sensación orgásmica

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Respecto a la edad, es el factor que más posibilidades tiene de influir negativamente. “A medida que se envejece, tanto hombres como mujeres tienden a reportar una menor intensidad de la experiencia orgásmica subjetiva”, explica la psicóloga. “Una posible explicación es que con la edad aumentan las disfunciones sexuales, como las dificultades para alcanzar el orgasmo, y esto haría menos intensa la precepción subjetiva.”

Todas estas variables hacen que sea más fácil comprender “cómo las personas lo perciben, cómo valoran la intimidad del orgasmo con la pareja, o si les produce placer, cómo sienten que cambia el cuerpo a través del orgasmo”. Es decir, ayudan a comprender un poco más en profundidad las relaciones sexuales.

El miedo a que la otra persona no llegue al orgasmo inhibe y perjudica la experiencia orgásmica

Además, recordemos que este estudio ha sido novedoso por el campo en el que se ha enmarcado. Por ello, tanto las conclusiones que se han extraído como el trabajo en sí mismo son relevantes para futuras investigaciones que exploren los factores psicológicos dentro de las prácticas sexuales.

Y de forma más inmediata, “dentro de la práctica clínica, el análisis de las variables asociadas a la experiencia orgásmica puede orientar y conducir las terapias sexuales individuales y de pareja, ya que abarca desde niveles personales hasta sociales e ideológicos”, según explican los investigadores.